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Acrónimo para recordar el tratamiento de las contusiones: RICE (Rest, Ice, Compression, Elevation): Reposo, hielo, vendaje compresivo y elevación de la extremidad

La pronación dolorosa no requiere la práctica de una radiografía y se reduce con una maniobra de supinación + flexión.

Ante una fractura abierta hay que iniciar de inmediato tratamiento antibiótico

En la enfermedad de Osgood-Schlatter el tratamiento consiste en la modificación de la actividad deportiva, hielo local, antiinflamatorios y estiramientos de la musculatura isquiotibial.

Entre la patología aguda de la superficie ocular, la conjuntiva y la córnea son las dos estructuras que más suelen afectarse en la edad pediátrica.

Con una linterna de luz blanca y un oftalmoscopio directo que tenga luz blanca y azul o verde, podemos hacer una exploración oftalmológica que nos oriente ante signos de patología aguda potencialmente grave.

Los dos tipos de conjuntivitis que es necesario diferenciar, ya que su tratamiento es diferente, son las conjuntivitis de origen infeccioso, mayoritariamente víricas, y las conjuntivitis alérgicas.

Siempre que sospechemos erosiones corneales o conjuntivales el mejor tratamiento son las pomadas con antibiótico y las gotas lubricantes.

El Cover Test es la prueba “Gold estándar” para valorar la presencia de estrabismo.

Los trastornos de ansiedad constituyen el trastorno mental más prevalente en niños y adolescentes. Su prevalencia global oscila entre el 9 y el 21%.

Dada la heterogeneidad de los trastornos de ansiedad y su etiopatogenia multifactorial, el diagnóstico es fundamentalmente clínico (entrevista e historia clínica).

La ansiedad es una patología de origen bio-psico-social por lo que el tratamiento deberá incidir en cada una de estas tres áreas.

En el momento actual no existe evidencia suficiente para recomendar tratamientos farmacológicos específicos para las autolesiones no suicidas (NSSI).

Granuloma piógeno.

Tumoración vascular adquirida y benigna. No tiene tendencia a involucionar espontáneamente. Es friable y suele sangrar. Es necesario instaurar tratamiento que suele ser quirúrgico, con láser, electrocoagulación, o incluso timolol tópico.

Nevus sebáceo.

Localización más habitual: cabeza y cuello. Color amarillento y carece de pelo. Actualmente no se considera extirpación profiláctica porque en la mayoría de los casos se desarrollan tumores anexiales benignos.

Vitíligo.

Enfermedad poligénica autoinmune. Segmentario o localizado. El diagnóstico diferencial se debe hacer con la hipomelanosis nevoide utilizando una lámpara de Wood. La distribución también puede ayudar al diagnóstico: cara, codos, rodillas, tobillos y área genital.

El tratamiento más adecuado, ante una APLV no IgE mediada, en un lactante alimentado con lactancia materna, sería mantener la lactancia materna exenta de PLV.

No existen diferencias significativas, a nivel de eficacia y/o seguridad, entre las diferentes fórmulas extensamente hidrolizadas que se utilizan en caso de APLV, tanto las que son de base láctea como las vegetales.

El tratamiento inicial más adecuado ante una gastritis por Helicobacter pylori en pediatría son los IBP. El tratamiento antibiótico, bajo antibiograma, se indicaría solo si no responde a los IBP, previa endoscopia.

La determinación genética del HLA DQ2 y DQ8, presente en el 35% de la población general, no es útil, por sí sola, para confirmar/descartar una enfermedad celíaca.

¿Cómo puede un adulto ajustar su lenguaje para que un niño potencie su desarrollo lingüístico?

Hablar más despacio sin romper la entonación y prosodia natural. Pronunciar correctamente sin exagerar ni gritar.

Utilizar frases cortas gramaticalmente correctas. Enfatizar las palabras importantes mientras está hablando.

Repetir las oraciones que el niño no ha entendido y/o intentar decir lo mismo de otra manera.

Repetir palabras que le sean familiares al niño durante las actividades diarias. Repetir no significa decir la palabra varias veces seguidas sino utilizar la palabra en diferentes contextos.

En la actualidad los cuadros de fiebre recurrente se incluyen entre las enfermedades autoinflamatorias sistémicas.

El síndrome de fiebre periódica PFAPA (Periodic Fever with Aphthous stomatitis, Pharyngitis and cervical Adenitis), es la enfermedad autoinflamatoria más frecuente en la que no se ha podido demostrar una causa genética.

El diagnóstico de la Artritis Idiopática Juvenil de inicio sistémico es clínico, hasta este momento no se dispone de ninguna herramienta que permita el diagnóstico definitivo. Hoy día se considera una enfermedad más autoinflamatoria que autoinmune.

La Fiebre mediterránea Familiar (FMF) es la más frecuente entre las enfermedades autoinflamatorias monogénicas.

A diferencia del adulto, no existe una posibilidad eficiente de cribado del cáncer pediátrico, salvo en una pequeña proporción de niños diagnosticados de síndromes predisponentes a cáncer.

El cáncer en menores de 18 años tiene una frecuencia 200 veces menor que el cáncer en el adulto.

El seguimiento del paciente con un cáncer se basa en detectar posibles recidivas, efectos secundarios a medio y largo plazo de los tratamientos y la posibilidad de segundas neoplasias.

Un paciente superviviente de un cáncer infantil tiene un riesgo muy superior a la población de desarrollar otro tumor relacionado con el tratamiento recibido.

Es importante que el pediatra en su labor asistencial esté familiarizado con la práctica del ECG y pueda valorar si está dentro de la normalidad.

Las arritmias son alteraciones del ritmo cardíaco normal. Se clasifican en bradiarritmia, cuando la frecuencia cardíaca (FC) es < 90 latidos por minuto (lpm) en recién nacidos y <60 lpm en niños, y taquiarritmia cuando es ≥ 180 lpm.

De forma general, el eje del QRS de los recién nacidos es un eje derecho, de  ≈ 90-100º y que de forma progresiva, hacia los 3 años de edad, se desvía hacia un eje izquierdo para llegar ≈60º, similar al del adulto.

Es muy frecuente durante la edad pediátrica observar un bloqueo incompleto de la conducción de la rama derecha, y no se suele asociar a ninguna cardiopatía.

Ante una adolescente con amenorrea primaria, debe iniciarse el estudio a los 14 años si no presenta caracteres sexuales secundarios o a los 16 años si los presenta.

El 60% de los casos de amenorrea primaria son por anomalías genéticas que afectan al desarrollo genital, el 40% restante se debe a un trastorno endocrinológico.

La disgenesia gonadal pura 46XY, el Síndrome de Rokitansky, el Síndrome de Turner y el Síndrome de Morris son las etiologías más prevalentes ante una amenorrea primaria.

Frente a una amenorrea secundaria, deberemos descartar siempre un embarazo si se sospecha actividad sexual.

El pediatra de Atención Primaria debe estar familiarizado con las Alergias Alimentarias (AA), su diagnóstico preciso y tratamiento dietético adecuado evitando así dietas de eliminación injustificadas que pueden suponer un riesgo nutricional.

Las AA son causa del 50% de las anafilaxias en pediatría

En nuestro medio, los alimentos implicados más frecuentes en las AA  IgE mediada son el huevo, la leche, el pescado, frutos secos y las frutas.

La hipersensibilidad no IgE medida se presenta de forma subaguda y suele tener una clínica gastrointestinal

El trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) debemos considerarlo un problema de Salud Pública de primer orden por ser el trastorno de Salud Mental más frecuente en la infancia y adolescencia, por su repercusión en el ámbito personal, familiar y social.

Los síntomas nucleares son inatención, hiperactividad e impulsividad.

El metilfenidato es el fármaco más utilizado en nuestro medio

Es una de las principales causas de fracaso escolar

Es más frecuente en varones, en relación 3:1

La miocarditis y la pericarditis son eventos adversos poco frecuentes de la vacuna frente a la COVID-19 que se dan sobre todo en varones, de 12 a 40 años, y después de la segunda dosis.

No existe ninguna vacuna antigripal autorizada para menores de 6 meses, por lo que la protección de este grupo de edad se logra a través de la estrategia de vacunación de la embarazada.

Las recomendaciones del Ministerio de Sanidad para la vacunación antigripal en pediatría incluyen a los prematuros de menos de 32 semanas de gestación, entre los 6 meses y los 2 años de edad, y a todos los mayores de 6 meses que pertenecen a grupos de riesgo.

La vacunación antigripal para todos los niños entre los 6 meses y los 6 años de edad es una estrategia recomendable y deseable en nuestro entorno.